Insatisfacción emocional y la influencia de los medios digitales en el suicidio.
Estimados lectores de este blog, me siento muy feliz de poder escribirles nuevamente después de tanto tiempo, sin embargo, el tema del que pretendo hablarles el día de hoy es un asunto muy grave, pero que considero importante discutir, pues me duele que exista esta realidad en la que las personas terminan con su propia vida y sé lo que se siente que alguien a quien conoces y estimas muera de forma repentina y aparentemente por suicidio.
Al hablar de este tema, no puedo evitar recordar a uno de mis profesores de la universidad, el hombre tenía cierto aire melancólico y misterioso, cualidades que junto con su inteligencia y su manera práctica y amena de llevar las clases lo hacían atractivo a los ojos de algunas compañeras. Por mi parte, puedo decir que lo que más llamaba mi atención era su narrativa realista, pero carente de esperanza en sus ejemplos; llenos de buen humor, eso sí, pero que desentonaba con su apariencia descuidada y una marcada falta de interés hacia cualquier cosa más allá de su obligación de impartir clases o tratar de impresionar a las jóvenes.
Estas señales me provocaron cierta preocupación por su estabilidad mental, así que, sin mencionarlo directamente, cuando yo escribía tareas para su asignatura, trataba de dejar alguna reflexión positiva, esperando que le trajera un poco de esperanza a su vida cuando él la leyera. Se que él leía cuidadosamente todos los trabajos, y me parece que lo que yo escribía no hizo en el efecto alguno.
Después de varios años, volví a tener una materia impartida por dicho maestro y, a diferencia de otras ocasiones, lo vi más contento, sonriente, y lleno de una misteriosa paz que, francamente, me inspiraba desconfianza, aunque en apariencia todo iba de maravilla con él. Aparte, por aquel entonces me enteré de que estaba muy enfocado en temas espirituales, de energía y meditación, cosas con las que personalmente considero que hay que tener cuidado.
Por aquel entonces, intenté obtener la opinión de mi grupo al respecto, pero pronto entendí que nadie se percataba de que algo andaba mal, inclusive cuando, en al menos en dos ocasiones, su actitud se tornó tal que parecía estar despidiéndose; aún hoy, si le preguntan a sus ex-alumnos, casi ninguno dirá que percibió algo de lo que yo vi o que encontró intrigante su misteriosa paz.
Finalmente, luego de algunas semanas de haber comenzado el ciclo escolar, no lo vimos más; fue a través de las redes sociales que nos enteramos que había fallecido. Hubo quien sugirió que no había muerto, si no que había accedido a otro plano cósmico en sus meditaciones y hasta hubo quien se atrevió a pedir que no le enterraran, pues en algún momento iba a regresar de su viaje astral. Yo siempre creí que se suicidó, me sentí impotente, me reprochaba a mí misma: "¿y si hubiera hablado con él?" "¿y si hubiera hecho algo cuando lo vi sospechosamente feliz?" o si esto o aquello...
No puedo cambiar lo que fue, hoy solo me queda trabajar duro para que ustedes se conozcan, sepan identificar sus emociones y, sobre todo, sepan que no están solos y que quitarse la vida no es nunca la mejor opción.
Hablemos entonces sobre como la insatisfacción emocional no siempre se puede ver. Poco sabemos del futuro y eso atormenta; conozco mujeres que han salido de matrimonios por que vivieron amenazas de suicidio por parte del cónyuge, y he tenido pacientes que investigaban por internet la mejor manera de cometer suicidio y lo que todo ellos tenían en común es que ninguna persona a su alrededor se dio cuenta de que ellos sufrían.
También, supe de casos de quiénes solo amenazaron para que no los abandonara el novio o novia y accidentalmente fallecieron en el chantaje. Con esto pasando, les escribo para prevenir más muertes, exhortándolos a que cuiden su salud mental, valoren su vida y no permitan que una relación que no les satisface, un gran problema, o solo pasar tiempo en internet indagando el tema, los lleve a acabar con su vida.
Este problema es serio; lamentablemente, el número de muertes por suicidio va en aumento: “Según la Organización Mundial de la Salud, “en promedio 800 000 personas se quitan la vida cada año”.
Verán, cada día llegan a los consultorios personas con deseos de morir y con ideas claras del cómo hacerlo; muchos de ellos han encontrado dichas formas de cometer suicidio en internet. Debido a esto, los profesionales de la salud, tienen que informarse y ver a cada nuevo paciente cómo alguien que quizás esté contemplando la idea de acabar con todo, pues al empezar una terapia, con quién sea, los pacientes difícilmente dirán cuál es su verdadera problemática. Poco a poco el psicólogo va descubriendo con su paciente lo que lo está afectando. pasa el tiempo y mientras se intenta hacer un diagnóstico, las ideas del suicidio irán creciendo y algo que no ayuda a mejorar es la web, los navegadores, que sutilmente siguen alimentando cierta fascinación a la muerte.
Por lo ya mencionado, es importante que cuándo acudan al psicólogo sean honestos y hablen sobre sus intenciones de suicidio, toda su situación familiar y preocupaciones, pero también hablen sobre sus búsquedas de internet, y hasta de las series que ven, que, si bien puedan parecerles inocentes, son potencialmente muy dañinas porque tocan el suicidio fríamente y hasta llegan a promover el acto como una práctica normalizada.
Tenemos por ejemplo a Netflix, que es una plataforma de entretenimiento y que trasmite la serie "por 13 razones", donde en lugar de evidenciar el acoso escolar entre alumnos (qué yo creía que era de lo que trataría la historia), se logró algo diferente; muestra el suicidio como alternativa para salir del bullying. Gracias a contenido así, los adolescentes se exponen a esta temática, induciéndolos en muchas ocasiones a investigar sobre suicidios reales, que pueden conducir a otras búsquedas más variadas y cada vez más explícitas, hasta enfermarse y contagiarse de una conducta suicida.
Por lo anterior, la OMS publicó sobre el impacto de los medios de comunicación en la sociedad al reportar suicidios y establece pautas para hablar de ello de la mejor manera posible, entre ellas plantea la necesidad de educar a la población acerca del suicidio y cómo prevenirlo, dando herramientas para tratar diferentes estresores y proveer información acerca de dónde conseguir ayuda. También propone que no deben publicarse videos o fotografías que muestren la forma o lugar en el que se llevó a cabo el acto ni que se describa explícitamente el método utilizado.
Ya con este antecedente, se pueden dar cuenta que los medios no muestran tacto para mencionar lo irremediable de quitarse la vida y siguen poniendo historias fantásticas sobre el destino de quienes se refugian en el suicidio para resolver su dolor. De ahí el contagio colectivo y la conducta suicida.
Ustedes dirán: ¿Qué es la conducta suicida? Pues, es el tiempo que alguien le dedica a pensar en la posibilidad de quitarse la vida, consiste en navegar en la información virtual sobre el tema, echarle un ojito, así poco a poco; son personas que por lo que sea, pasan horas en foros, canales y juegos en línea hasta que finalmente, terminan por cometer suicidio.
Aquí va el papel que toma lo digital en este asunto; un artículo menciona que “Cerca de 26 300 000 resultados se encuentran con solo poner la palabra suicidio en un motor de búsqueda como Google. Toda esta información se divide en noticias, definiciones, cifras, conceptos teóricos, métodos, foros, etc.”. “Los datos se alojan en páginas web que en su mayoría no tienen un control sobre quienes acceden, manipulan o distorsionan la información”.
De esto, el psiquiatra Trevor Prior, refiere; que “es fácil encontrar información en internet para auto destruirse”. Los hallazgos de su investigación publicada en el American Journal of Psychiatri señalan que “es difícil saber quiénes son propensos a hacer búsquedas relacionadas a quitarse la vida", porque aquellos que tuvo oportunidad de atender, resultó que pasaban tiempo investigando el suicidio en línea, pero además la mayoría eran jóvenes y entre ellos, "algunos manifestaron problemas desadaptativos de la personalidad y otros tuvieron niveles altos de inteligencia”. Por tanto, él expone el hecho de que no se sabe con claridad quién es la población en riesgo de caer en búsquedas de suicidio y por ello recomienda que los siguientes estudios deberían exponer a quiénes usan el internet para encontrar formas de suicidarse, y tener un perfil para lograr ser asertivos en la detección de conductas suicidas.
Conociendo la situación actual que muestra que los adolescentes y jóvenes son los más vulnerables al exponerse a los temas de suicidio, urge que los profesionales de la salud de instituciones educativas se involucren, tomen medidas de prevención y den a conocer este problema, ya sea por medio de grupos de apoyo, talleres o conferencias sobre este tema. Doctores y docentes tanto como psicólogos, podrían trabajar juntos y quizá plantear otras maneras de atender esto.
Hago también un llamado a las familias, para que estén alerta vigilando a sus niños y jóvenes. Es importante tener un control parental en televisiones, pantallas y celulares, conozcan que investigan sus hijos en los ordenadores.
No se confíen cuándo vean a alguien cercano aparentemente feliz, porque quizás algo está pasando en sus sentimientos, recuerden que una intervención adecuada y a tiempo, puede hacer mucho. Así que, si ustedes o algún conocido suyo está atravesando por un momento crítico de conducta suicida, no duden en pedir, buscar y acudir a la ayuda. El número de atención en México es el 800 911 2000.
En lo que se deciden, tomen un momento en pensar quién los puede acompañar en esto, tal vez tengan a una persona que siempre escucha, alguien discreto e incondicional, en ese caso, por favor acudan a esa amistad, acérquense a su iglesia, si así lo prefieren o alguna instancia terapéutica.
Por último, la internet, los dispositivos de navegación y otras tecnologías, afectan en gran manera a quienes están en condiciones precarias y buscan una salida. Investigar del suicidio, puede influenciar a que se lleve a cabo, tengan cuidado con eso. Piensen en que el dolor es pasajero, elijan vivir y no se refugien en el suicidio porque todo podría mejorar en un segundo y, si se van, se perderán la oportunidad ver un nuevo comienzo.
De la muerte no se puede retroceder; no jueguen con la idea.
Bibliografía
Ayala Pérez, J.K., Robles Bermúdez, A. F. y Leyva Duque, J. C. (2021). Influencia negativa del internet sobre la conducta suicida en adolescentes y adultos jóvenes (Generación de contenidos impresos N.º 14). Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia.
(2004). Suicide Methods From the Internet. American Journal of Psychiatry
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide
https://www.nimh.nih.gov/health/topics/espanol/prevencion-del-suicidio
Iñurrategui, M. C. (2019). Búsqueda en internet sobre suicido tras el lanzamiento de la serie “Por 13 razones”. Evidencia, Actualización En La práctica Ambulatoria, 22(1). https://doi.org/10.51987/evidencia.v22i1.4206
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